martes, 25 de febrero de 2014

Otxarkoaga Mi Barrio

El Juglar de Otxarkoaga

Bilbao, ha sido siempre un lugar cosmopolita y abierto. Los nativos de la Villa estamos acostumbrados a convivir con personas venidas de otras tierras y culturas, cuya aportación nos ha enriquecido como pueblo.
Uno de ellos es José Roseiro, nombre de pila del cantautor conocido por ‘Pepe Extremadura’. Nacido en Zarza la Mayor (Cáceres), se vino muy pronto a Bilbao, apenas con seis o siete añitos. Su padre se había trasladado un tiempo antes para trabajar en Viviendas Municipales en la construcción del nuevo barrio de Otxarkoaga y, en cuanto pudo, se trajo a su familia. Así que el pequeño José creció a la par que el barrio en el que vivía. 


Se le podría considerar un personaje importante de la historia de Otxarkoaga,
 donde es sobradamente conocido y querido. 
El cura, Don Jesús, vio en él a un buen estudiante y le consiguió un hueco en el Colegio Cervantes, alejándole de la influencia de su entorno, pero ya antes de cumplir la mili sus inquietudes artísticas eran superiores a su interés por los estudios.
Se deleitaba con los temas de los Beatles, Los Rolling o Bob Dylan, entre otros. Resultaba inevitable dar el paso y lo dio: deja los estudios y forma el grupo Los Apaches, cuyos instrumentos consiguieron gracias a la generosidad del propietario de Musical Jomadi (José María Diéguez) que se los dejó pagar a plazos. El debut en Otxarkoaga llegó a juntar a más de 3.000 personas, algo inédito para prácticamente unos desconocidos. A partir de ahí centenares de actuaciones, llegando a compartir escenario con grandes conjuntos de la época como Los Mitos o Los Módulos.

Eran aquellos años del Bilbao canalla, todavía en tiempo de dictadura, donde la habilidad de algunos artistas lograba desafiar a la pertinaz censura. 
José Roseiro, ‘Pepe Extremadura’ El juglar de Otxarkoaga. Así es como se le presentó la ocasión de componer, junto con Aitor Amézaga (hijo del recordado Elías Amézaga), la música de la obra Historia de un pechicidio, para la compañía teatral Akelarre, dirigida por Luis Iturri y en la que intervenían, entre otros, Saturnino García o Mariví Bilbao Goyoaga. En dicha representación incluso tuvo ocasión de interpretar un papel de juglar, al fallar el actor previsto. Estamos en el periodo de la Transición democrática y se despierta en nuestro protagonista un interés especial por otro tipo de música, más comprometida con los tiempos que corren, a la vez que empieza a estar más relacionado con los ámbitos artísticos. En aquellas primeras experiencias electorales, siempre comprometido con la clase trabajadora, llega a actuar por la mañana en el Pabellón de la Casilla en un mitin de los comunistas de Carrillo y por la tarde en la Feria de Muestras para los sindicalistas de Nicolás Redondo. Dado su carácter abierto y decidido, entabla amistad con todo tipo de políticos, artistas e intelectuales, tanto de Euskadi como de su tierra natal, Extremadura, aunque con quien mejor trato conserva es con el ex alcalde José María Gorordo, con quien le une una larga amistad. Por otra parte, compone y dedica canciones a gentes tan conocidas como José Luis Ugarte, el marino solitario, que graba en colaboración con Ana Bejarano, Iñaki Uranga e Iñaki Egaña. También, junto a Kepa Junkera, tiene preparada la maqueta de otro disco dedicado a Bilbao.


Cuenta con gracia cómo, tras muchos años de noviazgo, su chica de siempre, Isabel, le insta a comprometerse: “o nos casamos, o lo dejamos”, parece que le dijo. Él respondió al envite: “nos casamos, y en 15 días”. A través de Agustín, del Ercilla, consiguió reservar el lugar, la capilla de La Misericordia, pero no disponía del cura por lo que, ni corto ni perezoso, se presentó en el Obispado y no paró hasta poder hablar con Monseñor Blazquez. Finalmente les casó el cura más chirene de Bilbao: Miguel Mendizábal, el popular “cura del circo”.

Por supuesto es hincha del Athletic, a quien ha compuesto un himno, como había hecho en su día para el Club Deportivo Otxarkoaga, y tiene preparada una canción dedicada a la gloriosa afición de San Mamés, a la que pondrá música el conocido Iñaki Basabe. Curiosa es la anécdota de cómo llegó a salir hace unos pocos años en la cabalgata de reyes de Cáceres con la camiseta rojiblanca por debajo de la capa real, con el consiguiente mosqueo de otro de los reyes, hincha del Madrid. 

 En invierno de 1998 el tristemente 
 célebre Huracán Mitch asola parte de Sudamérica. En El Salvador provoca miles de muertos y una catástrofe enorme para la población. Pepe Extremadura se desplaza hasta allí, permaneciendo un mes entero, ayudando activamente a conseguir recursos para paliar la tragedia. El gobierno salvadoreño le distingue con el rango de “huésped de honor” del país. De vuelta a casa, monta un festival en el Arriaga para recaudar fondos para tan solidario motivo y el teatro se llena hasta la bandera. 



Asimismo más recientemente, el pasado 2012, organiza en el Teatro Campos un homenaje a dos de sus más apreciados interpretes: José Antonio Labordeta y Enrique Morente, a quienes considera abanderados del compromiso y la lucha por la libertad y en quienes se ve reflejado. Actúan con él, Manolo Tena, Manuel Gerena y Gontzal Mendibil.
Lleva ya unos años a caballo entre Cáceres –en donde tiene actualmente su domicilio– y Bilbao, a donde regresa con frecuencia. El trabajo inevitablemente obliga y tuvo que regresar al lugar de sus orígenes para poder cumplir con los diversos encargos que le reclamaban en aquéllas tierras. Allí, sin ir más lejos, compuso un exitoso disco en memoria del poeta más representativo de Extremadura, José María Gabriel y Galan, que contó con la participación del mismísimo Paco Umbral.

Le han premiado y distinguido muchas veces a lo largo de su trayectoria, entre otras con el premio Gó, del Ayuntamiento bilbaino, el de “Extremeños sin fronteras” y unos cuantos más. El último ha sido este pasado mes de octubre, cuando la Federación de Asociaciones Extremeñas de Euskadi le distinguió con el Premio Veturia, otorgado por esta entidad a ilustres extremeños afincados en Euskadi. Como dice el interesado, “los premios para la gente del espectáculo son especialmente importantes, pues los artistas suelen resultar gente insegura que necesita la confirmación de que son capaces de interesar al público con su arte”. En el caso de Pepe Extremadura, parece que lo ha conseguido.

Pepe con su inseparable amigo y
Compañero Luis. (6/1/2014)

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