miércoles, 10 de julio de 2013

Francisco Umbral - A Pepe Extremadura en Las Hurdes




Figura singular y recia de la España  profunda, Pepe Extremadura, que lleva la raza en el apellido, es un artista extremo y extremado, cantautor, poeta, prosista, vagabundo de oficio, duro y sombrío, solitario y bueno, siempre con la guitarra al hombro, como amor verdadero.
Pepe escribe, canta, compone, viaja, bebe vino y todo lo hace bien,  con esa mesura de los hombres fuertes, con esa conducta de los españoles duros, con esa gracia difícil de las razas cenceñas.
Hace mucho tiempo que soy amigo de Pepe Extremadura,  él me ha conducido por los laberintos nobles y difíciles de su tierra,él me ha descubierto una España más buena y más tierna que las otras. ahora me place, complace y honra prologarle, porque Pepe Extremadura es un amigo para siempre, y hay en el una honradez castúa, una hombría entre Chamizo y Gabriel y Galán, una España que no debemos ignorar por folklórica o convencional, si no conocer y amistar para tener en el pecho el mapa entero de la patria.
Yo a Pepe Extremadura le admiro por su tesón, su fuerza, su paciencia, su fijeza y su barroquismo lacónico de hombre que dice lo que tiene que decir.
Su prosa, su verso, como su música, como su conversación (nunca da mucha conversación) tiene la fuerza elemental de la sintaxis honrada de quien dice lo que sabe,  canta lo que cuenta y cuenta lo que vive.A uno siempre la han ido los artistas solitarios, los vagabundos que viven en cuarteles abandonados y los conquistadores austeros de mozas violentas y señoritas de provincias. Pepe Extremadura es todo un español de antaño. Y de ahora mismo.
En cuanto a la comarca de Las Hurdes, a la cual dedico el poema "La España que no se mienta" que a musicado mi amigo Pepe Extremadura, pienso que la imagen estereotipada y carituresca que de ella siempre se ha tenido, no ha desaparecido del todo. Aún permanece vivo en la retina de muchos españoles el retrato terrible que hiciera Buñuel, de uno de los rincones mas tristemente célebres de España, el cual, evidentemente, ha pensado mucho en su desarrollo. De todos modos, creo que ha llegado la hora de desterrar los estereotipos. Por los que respecta a Extremadura estos vienen de antaño, ya por aquel entonces, hasta el mismísimo Quevedo dejó escrito aquello de: "ya vienen los extremeños, cerrados de barba y de mollera". Yo pienso que las imagenes estereotipadas son falsas siempre, respecto de Las Hurdes y respecto de lo que sea.
No sirven para nada, son generalizaciones y para eso está hoy la sociología, para matizar y para conocer la verdad, de los núcleos urbanos y rurales, igual que con el psicoanálista se conoce la verdad de los individuos, o se pretende conocer.
Es el momento de recordar que ya pasó Las Hurdes de aquellos pintores franquistas, como cuadrito amable para colgar en el comedor de Madrid como rusticismo pintoresco. No, la comarca hurdana tiene que extremarse en ir a más, ser más, definirse mejor, no dejar que la acunen y la duerman con las nanas de un pasado que aquí hemos traído con voluntad férrea, pero que debe ser ejemplo de energía y no de historias de viejos. Por eso invito a todos los hurdanos a que mantengas una actitud exigente y reivindicativa frente a la "ruleta central de Madrid".
Frente a una periferia activa, como está quieta, como vive en la entraña misma de lo español o es su entraña, la comarca hurdana sigue secretamente olvidada, por eso debe volcarse sobre España y recordar que existe. No debe reivindicar "glorietas de daquerrotipo" sino su realidad, que no es otra que su olvido y debe exigirla pronto, a manos llenas.
"Hombres de Las Hurdes, haced la larga marcha. No os resignéis con un Madrid confuso y burocrático. Poned vuestra bandera al frente de vuestra causa tan noble y tan justa".
Francisco UMBRAL

Francisco Umbral gran amigo siempre en nuestro recuerdo.